Imagina una IA que no solo responde—actúa. Una IA que no solo analiza—decide. Una IA que no solo asiste—logra objetivos. Esto es la IA agéntica, y está a punto de cambiarlo todo.
La IA agéntica desbloquea todo el poder de la inteligencia artificial
Los recientes avances en inteligencia artificial (IA) han desbloqueado nuevas capacidades extraordinarias. La IA agéntica representa el siguiente paso en la aplicación de estos avances, creando sistemas que pueden razonar, tomar decisiones y actuar de forma autónoma para alcanzar objetivos específicos. Aprovechando los últimos modelos de IA, los sistemas agénticos van más allá de la simple ejecución de tareas, como la generación de texto, para gestionar de forma independiente procesos complejos e interactuar directamente con el software empresarial.
Esto hace que la IA agéntica sea particularmente idónea para los desafíos empresariales del mundo real. Un agente de IA puede monitorizar su entorno, comprender contextos cambiantes, crear planes y ejecutarlos a través de diferentes sistemas digitales—todo sin supervisión humana constante. Esto les permite gestionar flujos de trabajo complejos de múltiples pasos y generar resultados empresariales tangibles de una manera que la automatización y la IA anteriores no podían lograr.
Un verdadero cambio de paradigma, no solo Automatización 2.0
Persisten varios debates sobre si los agentes son simplemente una nueva forma de automatización o algo mucho mayor. Los hechos ofrecen un claro respaldo a lo segundo.
Las empresas experimentaron beneficios con la primera «evolución» de la automatización de procesos empresariales, conocida hoy como Automatización Robótica de Procesos (RPA). Los bots de RPA dieron a las empresas una forma de automatizar tareas altamente estructuradas y repetitivas dentro de entornos estables. Seguían scripts predefinidos y a menudo tenían dificultades cuando se enfrentaban a cambios o condiciones inesperadas.
Por otro lado, el auge de la IA generativa (gen AI) introdujo una herramienta poderosa para tareas no estructuradas y creativas. Su capacidad para funcionar con competencia similar a la humana impulsó una adopción rápida y generalizada: según el informe “State of AI Infrastructure 2025” de Google Cloud, el 98% de las organizaciones están usando o experimentando con ella. Sin embargo, usar solo la IA generativa para transformar los procesos empresariales fundamentales y obtener un ROI claro ha demostrado ser un desafío.
La IA agéntica supera estas limitaciones combinando el poder de razonamiento de la IA generativa con la capacidad de actuar en los sistemas empresariales. Los agentes pueden manejar flujos de trabajo complejos con múltiples pasos, aprender de los resultados y adaptarse a nueva información—todo de forma autónoma. Esto permite a las empresas ir más allá de la simple automatización de tareas y rediseñar los procesos fundamentales.
Las transformaciones reales ya están en marcha
Este salto cualitativo en capacidades tiene implicaciones significativas para el funcionamiento de las empresas. Tomando un ejemplo del mundo real en el contexto de la adjudicación de reclamaciones de seguros, la RPA ha tenido dificultades durante mucho tiempo con las excepciones, como interpretar descripciones no estructuradas de reclamaciones o lidiar con la ambigüedad generada por documentación incompleta, a menudo escalando casos cuando no se cumplen las condiciones exactas.
La IA agéntica transforma esto. Los agentes pueden utilizar la IA generativa para extraer detalles relevantes de entradas multimodales, luego validarlos teniendo en cuenta las reglas de la póliza y el historial del miembro, y recuperar documentos de respaldo sin depender de una lógica rígida. Va más allá de la simple auto-adjudicación, ya que se coordinan proactivamente con otros sistemas para recopilar documentos faltantes y evaluar el riesgo a partir de datos multimodales. Un agente puede entonces orquestar la resolución completa de principio a fin, desde procesar autónomamente un alcance más amplio de reclamaciones hasta iniciar el pago, mejorando significativamente las tasas de procesamiento directo y liberando a los especialistas para trabajo de alto criterio.
La perspectiva de Making Science: De la automatización a la transformación del ADN
En Making Science, vemos la IA agéntica como algo más que la siguiente evolución de la automatización: es una reconfiguración fundamental del ADN organizacional. Así como el ADN contiene las instrucciones que permiten a los organismos percibir, adaptarse y prosperar en entornos cambiantes, la IA agéntica proporciona el blueprint de inteligencia que permite a las empresas operar con similar autonomía y adaptabilidad.
Esto es lo que Gonzalo Valdés, nuestro Director de Estrategia y Consultoría, denomina «la transformación del ADN». No se trata de añadir agentes de IA a tus procesos existentes, sino de reimaginar tu organización como un organismo inteligente donde los agentes forman el sistema nervioso, los datos fluyen como la sangre y las decisiones ocurren a la velocidad del pensamiento.
La tabla de comparación muestra la marcada diferencia. En el mundo «antiguo», las empresas reaccionan. En el mundo agéntico, anticipan. En el mundo antiguo, los procesos son rígidos. En el mundo agéntico, se adaptan. Esto no es una mejora incremental: es un salto evolutivo.
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